sábado, 14 de septiembre de 2013

10 preguntas a un oyente

Realizamos la actividad sonora en el Jardín Digital, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, un lunes en la mañana y el objetivo era escuchar todos los sonidos del entorno y concentrarnos en alguno para responder algunas preguntas y reflexionar sobre el significado de dicho sonido. 

El sonido que elegimos fue el de la escoba barriendo, ya que nos pareció el más rítmico y el que más sobresalía debido a su intensidad. A continuación, las respuestas a las que llegamos como equipo después de reflexionar y discutir nuestra experiencia haciendo este ejercicio. 

10 preguntas a un oyente 
  1. De memoria, ¿qué diría para describir su sonido? ¿Cuál es la característica que más lo distingue?
Es un sonido constante, fuerte, rasposo y llamativo.
  1. ¿Durante qué momento del día o de la semana se oiría su sonido normalmente en este lugar?
De lunes a viernes en la mañana, aproximadamente entre 7:00 y 8:00 am. 
  1. Desde que Usted llegó al lugar, ¿cuán frecuentemente escuchó su sonido? ¿Mediría Usted su frecuencia en minutos, segundos o milisegundos? ¿Su regularidad sigue un patrón reconocible?
Desde que llegamos al lugar el sonido comenzó y cuando nos fuimos aún seguía. Podemos medir la frecuencia del sonido en segundos, ya que aproximadamente cada 3 segundos se originaba. Pero no creemos que la regularidad siga un patrón reconocible ya que había intervalos en los que desaparecía,  aunque cuando regresaba seguía apareciendo cada 3 segundos.
  
  1. ¿Cómo se complementa (o rechaza) su sonido con los otros sonidos en su entorno?
Pensamos que el sonido se rechaza porque el resto del entorno está casi en silencio, con sonidos ocasionales de pájaros o murmullos de estudiantes, pero ningún sonido es tan fuerte como el que estamos describiendo, por lo que destaca del resto y es el que distingue con mayor claridad y facilidad.  
  1. ¿Cuáles son los objetos en su entorno que su sonido identifica directa o indirectamente? ¿Hay en su entorno objetos y superficies que su sonido ayude a iluminar o esconder?
El tipo de suelo y  la presencia de agua o basura que necesita ser recogida.
Si bien nuestro sonido no elimina el resto de los sonidos, por su intensidad si los hace menos ‘obvios’ para el oído, por ejemplo, escuchamos la escoba, pero se escuchan menos los pájaros.
  1. ¿Cuáles son las características sociales, geográficas o físicas de su entorno que su sonido podría representar simbólicamente?
Nuestro sonido nos remite al sonido ‘típico’ de la ciudad en la mañana, momento en que se limpian las calles y se dejan listas para comenzar un nuevo día y una nueva jornada.
  1. ¿Suele Usted encontrar su sonido en otros entornos? ¿Cuán parecidos son dichos entornos al que Usted se encuentra ahora?
Sí, nuestro sonido se encuentra en otros entornos y suena igual, debido a que el objeto que lo produce es muy común y suele elaborarse con el mismo material. Aunque pensamos que el entorno y el terreno en el que se utilice producirá variaciones en el sonido, pero puede percibirse como el mismo a menos que se le preste mucha atención.
  1. ¿Puede su sonido asociarse a algunas memorias de su pasado?
Nuestro sonido nos recuerda una jornada típica
  1. ¿En qué forma cambió su sonido desde el momento en que Usted llegó?
El sonido siguió siendo el mismo, casi no cambio el ritmo ni la frecuencia. Lo que se modificó fue la cercanía con la que se escuchaba, cuando llegamos al sitio se percibía muy lejano, pero con el paso de los minutos llegó a escucharse en un primer plano y se convirtió en el sonido predominante del entorno.
  1. En general, ¿cuál es la contribución de este sonido a su experiencia de este entorno? ¿Tiene alguna influencia en el humor o carácter de las cosas que lo rodean?
Pensamos que el sonido es llamativo porque rompe con la tranquilidad del entorno, pero al mismo tiempo aporta vida y movimiento al ambiente, impidiendo que éste sea completamente silencioso. Aunque al inicio el sonido parecía solo ruido, poco a  poco fue adquiriendo un ritmo al cual nos acostumbramos. 
Sin embargo, no creemos que el sonido sea único de la facultad, ya que este tipo de objetos son utilizados en toda la ciudad. 


Más allá de escuchar durante 10 minutos el entorno, pensamos que este ejercicio nos recuerda qué todos los objetos que nos rodean producen un sonido muy particular y qué sólo prestando mucha atención seriamos capaces de descubrirlos y atribuirles un significado que no hubiéramos pensado que podía tener. 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Paseo Sonoro: FCPYS



El lugar que establecimos para realizar el paseo sonoro fue la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. La idea principal fue crear un mapa de los lugares con los sonidos más significativos para nosotras de la institución:
·        “La rampa” de la entrada de la facultad.
·        “El kiosko” del puesto de comida.
·        Centros de impresión
·        Explanada alta.
·        Salón de clases.
·        Auditorio.
·        Biblioteca.
·        Canchas de futbol.
·        Pista de ejercicio.
Elegimos estos lugares porque son espacios por los que pasamos por ahí todos los días, tomamos clases, comemos, convivimos con compañeros o buscamos información; sin embargo, nunca nos hemos detenido realmente a escucharlos, a identificar los diferentes sonidos y mucho a menos a reflexionar la fuente de todos ellos.
Cada uno de estos sitios tiene un sonido que lo distingue de otros y con este paseo sonoro pudimos reconocerlos e identificarlos como los sonidos característicos de nuestra facultad.
El propósito de nuestro paseo sonoro fue captar los sonidos producidos por las acciones diarias de alumnos, profesores y vendedores de la FCPyS y los objetos con los que interactúan. Decidimos centrarnos en sonidos producidos por humanos, en lugar de los sonidos del ambiente, porque creemos que éstos nos dan la oportunidad de conocer a fondo el lugar en el que estamos grabando y distinguir los sonidos particulares que el ser humano va creando en este sitio.
De este modo, escuchamos más sonidos de personas ya que la facultad está llena de alumnos, y por lo tanto de lo que hablan, de lo que comen, lo que buscan en la biblioteca, de los sonidos que ellos producen en todo momento.
La fuente principal de los sonidos que captamos no son directamente las personas, sino los aparatos que se utilizan en la facultad y que resultan indispensables para realizar cualquier actividad, por ejemplo la licuadora, la alarma de la biblioteca, fotocopiadora o el sonido que hacen los libros al caer uno sobre otro.
Al recorrer la escuela reconocimos sonidos que son constantes y que a lo largo del día no dejan de escucharse, por ejemplo los torniquetes de la biblioteca, el sonido de la fotocopiadora, los cubiertos en el puesto de comida, los pasos de los jóvenes al bajar la rampa de entrada y salida de la facultad y por supuesto, los murmullos.
Quisimos reflexionar sobre el kiosko de comida de la facultad, debido a la gran cantidad de sonidos que escuchamos al mismo tiempo. Mientras estábamos en el puesto de comida los sonidos que se encontraban en primer plano eran la licuadora, la cafetera, el microondas, las ollas con comida, cubiertos y platos; en segundo plano las voces de los chicos que comían ahí, sus conversaciones con otros y en tercer plano estaban los pasos de las personas que pasaban cerca del puesto, sus voces y sonidos de bicicleta que pasaban cerca de dónde estábamos.
Consideramos que una composición musical se podría hacer con los pasos las voces de los alumnos,  los pasos por las distintas superficies y con las conversaciones que van de un primer hasta un tercer plano.
Una vez finalizado nuestro paseo sonoro pensamos que si bien hay sonidos particulares que nosotros identificamos como propios de la facultad son especiales únicamente para quien está ahí del diario y está expuesto a ellos como nosotros lo estamos. No obstante, estos sonidos pueden corresponder a cualquier otra institución educativa, por lo que el significado e importancia que le damos a estos sonidos dependen del contexto  y las vivencias de cada persona que conozca la facultad.
El paseo sonoro que realizamos nos permitió meditar sobre los sonidos que definen a nuestra facultad y cómo las personas son los que los crean por diferentes razones, con diferentes objetos y en diferentes momentos, pero aun así esos sonidos están ahí y son los que forman parte de nuestras vidas porque los escuchamos todos los días.
Pensamos que son los alumnos, profesores y vendedores los que le dan vida a la facultad con todas sus actividades y los que crean sonidos particulares aunque no estén conscientes de eso y aunque nosotros no tengamos el tiempo para escucharlos detenidamente.